Os presento a Pepi, el modelo usado para la foto titulada: Dulce añoranza. Es un pato peludo corriente que contempla por mi ventana el exterior, la añoranza de poder sentir la libertad de aquellos que corren fuera (sí, porque resulta que vivo al lado de un colegio con niños que no hacen más que correr y gritar), dando a Pepi un poco de envidia sana (¡porque resulta que Pepi es uno de los peluches más amorosos del mundo!
Así que ahí queda la presentación del genial Pepi, un peluche tan bueno y cariñoso pero a la vez tan triste por no poder conocer mundo como el resto.
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