Título: Ángel Mecánico
Título original: Clockwork Angel
Serie: Cazadores de Sombras. Los Orígenes
Autora: Cassandra Clare
Edición: noviembre de 2010
Páginas: 437
Editorial: Destino
Encuadernación: Tapa dura
Precio: 17,95€
ISBN: 9788408096238
Sinopsis
Tessa Gray está dispuesta a encontrar a su hermano, del que no recibe noticias desde hace tiempo. Para ello, se dirige a Londres, donde será raptada por las Hermanas Oscuras, miembros de una organización secreta llamada el Club Pandemonium, y rescatada por los Cazadores de Sombras. Tessa se sentirá atraída en seguida por Jem y Will, y deberá elegir quién de ellos ganará su corazón mientras los tres siguen en busca de su hermano y descubren que alguien trama acabar con ellos.
La magia es peligrosa, pero el amor lo es todavía más.
Como veis en la fecha, todo esto ocurre unos añitos por no decir dos siglos atrás, de la actualidad. Europa mantiene contacto directo con América ya que ésta se ha desembarazado completamente de Inglaterra, pero aún así mantienen contacto tanto político como mercantil, además es indiscutible el idioma que comparten.
La época victoria es en sí, la que más me gusta de todas, sobre todo por el ambiente de magia y fastuosidad que representa, y con esto, con mucha pero mucha magia, empieza Ángel mecánico.
Tessa Gray decide dejar su pasada vida en Nueva York, quien tras la muerte de su tutora legal se encuentra huérfana y sola, pero al recibir la carta de su único pariente con vida, su hermano Nathaniel, no duda en cruzar el charco rumbo Inglaterra. Pero todo empieza mal, tanto en el viaje como en su recibimiento. Londres no le agrada, el clima es un desastre, húmedo y frío, y el paisaje pinta oscuro y tenebroso, algo diferente a su antiguo hogar. Además su hermano no da señales de aparecer, pero en su lugar una pareja de señoras, las Hermanas Oscuras, le dan una bienvenida interesante.
Desde ese momento Tessa Gray se sumerge al mundo de las sombras, donde todo lo que la rodea es mucho peor que la realidad que vio nada más llegar a la ciudad, mucho más terrible, espantoso y sin duda doloroso.
—¡¿Es usted el Magíster?!
—¿Magister? —El chico pareció ligeramente sorprendido ante la vehemencia de Tessa—. Eso quiere decir “maestro” en latín, ¿verdad?
—Su… Supongo que sí.
—He conseguido maestría en muchas cosas en mi vida. Orientarme por las calles de Londres, hablar francés sin acento, bailar la cuadrilla, el arte japonés de arreglo floral, mentir en las charadas, disimular un estado de profunda ebriedad, deleitar a las jóvenes con mis encantos…
Tessa lo seguía mirando boquiabierta.
—Pero —continuó él— nunca nadie se ha referido a mí como ‘el maestro’ o ‘el magíster’. Lo cual es una pena…
—¿Está en un estado de profunda ebriedad en este momento?
En un intento de rescate desastroso, Tessa conoce a William –Will– Herondale (sí, es antepasado de cierto chico rubio con aires de superioridad), un soldado más dentro de los Cazadores de Sombras, hombres entrenados para matar demonios y liberar a la Tierra de su amenaza. Pero resulta que Tessa no es una simple mundana, ni mucho menos, las Hermanas Oscuras buscaron a Tessa por algo en concreto y eso, sin duda, está relacionado con una serie de muertes que los mismos cazadores han estado investigando.
Una vez bajo la protección del Instituto de Londres liderado por Charlotte, otra cazadora de sombras, Tessa decide ayudar a sus nuevos amigos a encontrar a la persona que la llevó a esa ciudad y encontrar a su hermano cuya vida corre peligro, y así conseguir las respuestas que la ayudarían a conocerse a sí misma.
—Pisas demasiado fuerte al andar. Camille camina con delicadeza. Como un fauno en el bosque. No como un pato.
—Yo no camino como un pato.
—Me encantan los patos —comentó Jem, con diplomacia—. Sobre todo los de Hyde Park —Miró de reojo a Will—. ¿Recuerdas aquella vez que trataste de convencerme de que les diera de comer croquetas de ave a los ánades reales para ver si conseguías crear una raza de patos caníbales?
—Pues vaya si se las comieron —recordó Will—. Bestezuelas sanguinarias. Nunca te fíes de los patos.
En cuanto a los personajes en sí, el que más me gustó fue Tessa, sí: Theresa Gray es una heroína de armas tomar. Es sobre todo una lectora voraz, a parte de divertida, una tanto cabezota, muy inteligente, de buen corazón y muy pero que muy persistente cuando quiere conseguir algo, y la verdad, eso había dejado de abundar en la literatura últimamente.
Will es… un Herondale, y como tal comparte en su genética ese sarcasmo indiscutible con sus parientes, un ejemplo claro es Jace, pero eso lo descubriréis cuando leáis el libro y los que lo hayáis hecho ya me comprendéis. En el libro es descrito como un chico apuesto, con un ejército de fans a sus espaldas, terriblemente cruel y de tener una vida demasiado alocada: él mismo se presenta como un borracho y adúltero halagador de la belleza femenina, pero también se presenta como un chico culto con un gusto extraordinario por la literatura clásica.
Otro por destacar es James Carstairs o Jem para los amigos. Donde Will es todo rebelión y tormento, Jem es todo algodón de azúcar y cielo despejado. Se podría decir que entre ellos existe tal compenetración que incluso asombra, pero al ser parabatai (compañeros de lucha) no hay de qué extrañarse. Un dato importante: Jem es un gran violinista.
Otros personajes que comparten su día a día con los tres anteriores son Charlotte, la directora del Instituto, una mujer de baja estatura pero con un carácter autoritario; Henry, el marido de Charlotte y por lo tanto comparte cargo de director con ella: se lo presenta como un científico loco, despistado y de vez en cuando bobalicón, pero es un tipo que a mí en especial me cayó genial. También Jessamine, una cazadora de sombras que odia serlo; Sophie, Thomas y Ágatha, sirvientes humanos que comparten la visión que les permite ver el mundo de las sombras.
—¿Así que nunca te enfadas con él?
Jem rió en voz alta.
—Yo no diría eso. A veces me gustaría estrangularlo.
—¿Y cómo puedes contenerte?
—Me voy a mi lugar favorito de Londres —contestó Jem—, y miro el agua, y pienso en la continuidad de la vida, y en cómo el río fluye, sin importarle las insignificantes preocupaciones de nuestras vidas.
Tessa estaba fascinada.
—¿Funciona?
—No, pero después de eso pienso en que podría matarlo mientras duerme si realmente quisiera hacerlo, y entonces me siento mucho mejor.
De la autora de Los Instrumentos Mortales: Cassandra Clare, Los Orígenes es una nueva trilogía que tiene mucho que ver con la ya conocida donde están personajes inolvidables como Jace, Clary, Simon y Magnus, quien aparece también por aquí. Mucho más gótica y oscura en mi opinión, Ángel Mecánico nos adentra en una nueva perspectiva del mundo de los cazadores de sombras. Puede que tenga mucho que ver la época, pero es un hecho que antiguamente esta raza de ángeles hacía bien su trabajo sin necesidad de tecnología demoníaca.
Puede que muchos vean este libro una copia de la otra saga, pero sin duda la señora Clare ha conseguido encandilar a una serie de lectores, entre los que me incluyo, por crear un mundo fantástico tan bien estructurado. A parte de que el único parecido que he encontrado ha sido el cuchillo serafín y las runas y ciertos apellidos que han perdurado a lo largo de los años, de ahí, el resto es una historia tan entretenida y apasionante que no hará más que quitarte el aliento con cada página ya que a la mínima, nuestros protagonistas descubren algo nuevo que desbarajusta sus propias teorías. Recordemos que estamos hablando del siglo de los avances científicos, y estos chicos no podían quedarse atrás en este tema.
En definitiva, Ángel Mecánico es un magnífico libro de apertura que si bien sus primeros dos capítulos son un tanto lentos al hablar sobre todo de Tessa, en cuanto pasas al tercero ya no hay ni un solo descanso. Por eso, cuando se lea este libro hay que preparase con un arsenal de galletas y té con pajita porque no habrá modo de poder despegarse de él. Creedme, lo aconseja una servidora con experiencia.
“What can I say: I'm no angel, I'm not forsaken, but I can bleed!"
“I'm my worst enemy who can't be saved”
“No one can deceive what is meant to be”
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